Powered By Blogger

sábado, 23 de julio de 2011

No soy esa rosa perenne 
que sueñas a veces,
ni tengo los ojos celestes,
mi cuerpo tiene los rastros del tiempo
y una cicatriz
bordada en el vientre....
No soy una fuente llena de rocío
mi alma está llena de peces
que nadan en aguas de invierno
y a veces
se agita un diluvio constante
de dudas,
reveses,
de cambios,
de lagrimas dulces,
saladas...
No soy ese sueño dorado
que puebla tu mundo de auroras,
tan sólo un ala quebrada
me alumbra
y me llora,
habito en las lunas constantes,
en los vastos cielos,
deshago mi ser en jazmines,
perfumo quimeras,
lo siento,
no soy lo que sueñas,
apenas me visto de sol por las tardes
y me pongo en tu pecho
a horas extrañas,
le canto a la vida
y  me pierdo en mí misma,
no soy ni siquiera la dama que anhelas,
prefiero la piel derramada 
en la arena
y vestirme de espuma,
cuando cae la tarde
y andar tan descalza,
tan desnudo el cuerpo
y que me abrace el aire
cuando estoy durmiendo...
Prefiero ser libre,
ser rosa incompleta,
tal vez algo ajada
por rozar la piedra
y aunque a menudo te vea pensando
que no soy lo que quieres,
aquello que habias soñado,
soy esa mujer de seda y arena,
que flota en tu cuerpo
cada vez que llamas
y espero que entiendas:
el fuego que arde,
dentro de mis venas,
es un fuego fatuo,
antiguo,
sereno,
y vive conmigo
encendido...
Soy esto que vuela,
que fluye,
que reina
que escribe poemas...
Si no me conoces,
es que nunca has visto,
nacer una estrella,
o morir una gota de agua en la tierra,
si cierras los ojos verás
con certeza,
quien dice, 
quien habla...
Soy esa mujer que se oculta a tu lado
mientras tú evaporas
los sueños de ella....


No hay comentarios:

Publicar un comentario