La boca, como fuente de frutas,
el cuerpo, como un mantel de olivas,
cómeme, bébeme.
la médula, camino hasta los sueños,
mis caderas son de luz,
sumérgete,
en el atardecer sonríen los jazmines
y hasta los huesos cantan
cuando danzo en tu espalda,
y siento que me acaricia hasta tu sombra
en este instante,
esta plenitud...
maría fer
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