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sábado, 23 de julio de 2011

DESCONOCIDO...

El silencio interior
y una pregunta:
¿quién serás?,
¿qué luz te llenará
cuando amanezcas?
Saber que estás
y aún no eres,
pero lates,
¡cómo lates dentro de mí!
oh vida!
oh dádiva de Dios
que no he pedido
y sin embargo,
deseo que sigas
ahí guardado,
anidando en mí,
desconocido por mi amor,
 y mientras te espero,
no sé qué hacer contigo...
Te amaban todas mis pendientes,
mis curvas,mis senderos,
los jardines escondidos de mi alma
y hasta las piedras del camino,
sin embargo,
aunque nadaste en mis ríos subterráneos,
te has perdido;
en lánguidos desiertos,
abandonaste la carrera
y te ocultaste en el más oscuro abismo,
te faltaba encontrar 
el mar imaginado,
los picos más altos,
y no tuviste alas
para tanta geografía,
agreste y fascinante,
igualmente ,
te amé con tus atajos,
y puse puentes
por arriba y por debajo...
y desististe...

..........................​.......................
El destino te amaba y no entendiste
que la tierra que llenas con tus pasos
es mi cuerpo que te sigue adonde vayas
y guarda cada una de tus huellas.
Había también un paraíso,
que aguardaba con manzanas en las manos
dos querubines lo custodian desde entonces...
no supiste soñar,
todo fue en vano....

Media mariposa,
medio arco iris,
medio sol,
medias palabras,
medio poema,
medio corazón latiendo,
media luna,
media alma con una sola ala,
media flor
media semilla,
la mitad de cada sueño
por cumplir...
y la mitad de vos 
que tenés la otra mitad
de mi inventario...
Te dejo este corazón y estas manos,
este pequeño manojo de mí
que son letra y música de mi alma,
y te invito a cantarme,
al son de mis latidos,
mientras cae la vida
y somos dos niños, otra vez
en las calles....
Mi vuelo es tuyo te pertenece
porque tu amistad me dio alas...
sólo quiero desplegarme
y habitar en vos
desde el día,
como el sol cuando amanece
hasta la tarde,
ser tu única fuente de calor
y flores,
nadar en vos
como una luz de agua,
y ser la onda más profunda de tu pelo
ser en vos,
como en mí
la misma esencia del alma...
Habitarte,
sin ocupar más espacio
que el del viento en tus caderas,
en la cadencia del amor
cuando se vuelve música
que canta un sólo cuerpo,
en el espacio de dos ángeles
que cayeron a la tierra
para llenarla de alas,
para llenarte de vuelos...
m

AMISTAD...

Quiero caminar al lado tuyo,
que tus huellas se confundan con las mías
y poner el acento en tu mirada,
en el azul, en la sonrisa,
en el color de tu acuarela,
quiero estar en tu alegría
y sostenerte en la tristeza,
llenarte de caricias
y mil abrazos,
ser la que te aliente mientras luchas,
y la que te ayude con las cargas cada día...
No pidas más,
tengo esta vida y si te alcanza
te la entrego,
con un poco de reservas, todavía,
más amor,
más comprensión,
más poesía,
más ilusión,
por si se esfuman algún día.
Porque creo que es un estado del alma,
un momento de gracia desmedida,
sin geometrías,
sin carteles,
sin banderas que dividan,
mi límite es el cielo,
y estaré para tí te lo aseguro,
por que la amistad
no tiene más límites 
que el cielo,
porque se trata del amor
en su estado más puro...

UN ESPACIO...

Un espacio donde las paredes no oigan,
y ni se pierdan los caminos,
una alfombra que sea sólo tu piel
y un manto hecho de mi cuerpo,
un lugar donde las ventanas canten
y las canillas lloren
celosas de la lluvia,
un hueco donde asirme
cuando me halle sin fuerzas
y un cuarto con abrazos
para esconder mis penas...
Un tercio de la luna
para que llene la cama
y dos o tres estrellas
no más,
con nuestros brillos basta,
una sed infinita que se apague en tu fuente
y un río intermitente
que nos cubra la espalda...
Nada más que eso pido,
una vez en la vida,
un instante lleno de cálidos suspiros
y verte reflejado de nuevo en la mirada,
como beso en los ojos,
como ala engarzada
en el hilo de mi alma,
una magia pendiente,
un mítico agujero,
una torre inventada
tal alta como el cielo,
y un idioma infinito,
un sánscrito soñado
en un país azul sombrío,
un lugar en el mundo,
para reincidir contigo....

RESIGNACIÓN...

Estabas en el borde de todas las cosas,
en el mar de la luna,
en el final del viento,
atravesando suavemente mi horizonte,
como breve sol de invierno
en el cenit de mis ojos,
siempre alerta
y siempre lejos,
más aún, 
estabas en las grietas
de la lluvia,
cuando muerta en el umbral
se acurrucaba
en una lágrima de incienso.
Estabas en el recodo de los besos
justo al lado del fuego de la hoguera,
y bebiéndote el café 
con el silencio,
y un cuarto de mi cielo
con tostadas,
no es más así,
la fantasía no me deja jugar
con lo evidente,
la ausencia ha cambiado los grises,
los violetas,
y las calles son páginas en blanco
que escribo cada día con tus huellas,
y el camino de rosas que he dejado,
no ha servido para que vuelvas a mi lado,
ni la luz siempre encendida
de mi espalda,
ni el hueco de miel en mi costado...
Tan sólo quisiera asirte con mis nubes,
con un poco de mi ser que aún te llama,
cansado de seguir hasta las sombras
y de esperar que lluevan abrazos
en mi cama,
pero te has vuelto ajeno hasta en mi idioma,
y ya no sé qué inventar para soñarte,
porque es cruel el recuerdo y me abandona
porque sé que alguna vez deberé olvidarte...

RECETA...

Poner cuidadosamente en las manos
un poco de polvo de estrellas,
agregarlo al agua de mar de tus ojos,
agitar despacio,
mirar hacia adentro
a ver si dos peces despiertan en ellos,
luego atrapar un pájaro en vuelo,
y pedirle prestadas las alas,
dejar descansar un momento,
más tarde beberme el rocío
que deja la luna en las flores,
y el resto ponerlo en mi pelo
a ver si me deja sus brillos de plata,
después,
hacerme un vestido de espuma,
de arena y escarcha,
ceñido con hilos de lluvia de enero,
y por último lo más importante,
en un cuenco tibio de sol de setiembre
colocar el alma,
ponerle unos besos de sol
más caricias,
más unos abrazos
y dártelo todo 
como el primer día,
un breve interludio de amor,
en brazos de una poesía..
Como que al amarte 
me he quitado la piel
y quedé al desnudo,
pintada solamente con recuerdos
y a la vez,
llena de tu ausencia,
sombreada con tu aura
y colgada en el muro de una indiferencia
tal de tus sentidos,
como una mariposa seca en un papel,
sin más brillo que el barniz que la conserva,
siempre eterna,
del mismo color pero más sepia,
con las alas desplegadas
mas sin vuelo,
tan sólo el que puede la mirada,
que ve más allá de lo terreno,
el cuerpo por siempre prisionero,
pero jamás el alma...

estas letras....

Estas letras me miran,
me llaman a la lucha,
me despiertan la vida
y cuando huyo, me siguen,
me regresan,
estas letras me pueden,
me hablan desde dentro,
a veces, me seducen
con imágenes dulces,
otras me sublevan
con audaz rebeldía,
estas letras tan mías
y a la vez tan del viento,
que me atrapan en sus telas,
y me envuelven el pecho,
que suplican cada día,
por mi alma viajera,
que me buscan si pierdo
la cordura a propósito,
y me ponen al frente
de dorados ejércitos
de hadas y de duendes,
que habitan en mis sueños...
Ya no puedo engañarlas,
dejo que me inunden,
en su mar me sumerjo,
en su altar me derramo,
y sacrifico mi empeño
para a luz un poema
entero sobre mi cuerpo....

te bendigo...

Te bendigo,
ser de luz
que habitaste mi vida,
que fuiste un cálido fuego
en mi frío
y calmaste mi invierno,
que llamaste a mi piel
por su nombre
y tatuaste tus manos en ella,
que asiste mi alma paloma
en la flor de tus labios,
que besaste mi luna escondida,
le diste más brillo,
y te fuiste dejando un destello
sutil, imprevisto
de polvo de estrellas,
que aún sigue estando 
segundo a segundo
como sutil huella
poblando mi mundo...