Deseo un minuto de alquimia entre tus brazos
y daré a luz el infinito,
la maravilla de que siembres tus estrellas
y hagas brotar oro de mi vientre...
Deseo que poseas mi estatura,
mis centímetros de más,
mis ojos tristes,
mis batallas por ganar,
mis emociones
y lo que aún no he dejado de buscar
que es mi existencia...
No sé si estarás a la altura del deseo,
pues del caos de mi ser
nació tu ombligo,
como todo se nutre de imprevistos,
este amor también crece a su modo...
Igualmente esperaré en mis brazos
el designio de la luz de tu mirada,
bajo mi sombra anidaré en silencio
y aguardaré que crezcas dentro mío...
Porque mi deseo es que te encuentres
a gusto con mi flor y mi quebranto
que si mujer nací es porque eres hombre
y para tí fui dada por la vida,
creo que viví para sentirte
alguna vez cuando se cruzaron los caminos
y fue el río torrentoso de tu ser
que se fundió con mi desierto
y creamos este oasis
que habitamos...
Deseo que lo sientas de este modo,
como mágica piel que se transforma en manto fresco
y te rodea el corazón cuando estás triste
y te hace vibrar cual diapasón si estás alegre...
Deseo este amor entre mis manos
para llenarlo de mí como merece
que te vuelvas de seda y chocolate
y pueda degustarte cada día
acariciandome al alba con tu espalda
nacido de mi luz y mi poesía...
