Y tenía tu nombre
y era tu color
tu risa
tu aroma,
venía
y consumía el corazón
de tantas ganas...
de tanto soñar
y revolver
el cuenco de las hadas,
de ir y venir por la vida,
buscando un escondite
del amor,
para que no me hallara...
Y de repente
un relámpago en mi cara
un destello sin par
una estrella que cayó a mi lado
tu luz nació de mí,
tu bendición
has dibujado,
has puesto en mí
tu corazón,
has abierto la caja de los sueños
y como un río sin fin
fueron apareciendo,
de mis manos,
de tu piel,
de mi interior...
y tenía tus besos,
la pequeña gran alegría
de tenerte
rodeado de mi ser,
cambiando mi tristeza
en gozo,
pintando con flores cada día...
y sé que yo no era
que eras vos en mí
dandolo todo,
escribiendo,
cantando,
caminando dentro mío,
reflejando mi existencia.
Es que te amo,
es que estás y no estás
por todos lados,
es que todo se reducce
a tu nombre guardado
en la distancia,
teñido de esperanzas...
La luz venía de vos
por eso destellaba,
porque en tus brazos
soy bella,
y puedo el mundo,
puedo todo
e ilumino contigo
lo que tienes conmigo....
y no hay cielo que contenga
tanto brillo...
desde que llueven ángeles
sobre nuestra cama,
desde que por tu luz
me siento
una mujer alada...
plena, azul...iluminada....
la luz venía de vos,
y no me decías nada...
La sentencia prosigue
ResponderEliminarla sublimidad ...
Saludos.