y te haré un lugar en mi costado vacío,
le hablaré a tu sombra como si estuvieses
me reiré contigo,
te haré un café a la madrugada
y dejaré que el insomnio nos sorprenda.
A veces pintaré tu rostro en mi cintura
y dejaré que te duermas levemente
entre mis piernas,
recuerdo caprichoso
desmañado,
agridulce sabor de lo prohibido,
lo perdido,
lo aún no abandonado...
A veces intentaré revivirte
en el idioma de mis versos,
en la manera que yo siento la caricias
del viento que se aleja
y me trae el sonido de tus pasos.
A veces creo que te veo todavía,
y es la niebla a través de las cortinas,
o bajo el sol, entre la gente,
o mientras cambio de canales,
quizás te he visto por las calles,
o no sé,
porque juego a encontrarte
o simplemente es el desgano de esta vida
siempre igual cada día,
rutinaria,
como un vaso de agua,
insípida ,
incolora,
sin tu arco iris,
sin tu risa...
A veces juego a que te veo
y tu recuerdo
es mi única compañía...
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