Porque hoy desperté cantando
y te sentí tan cerca
respirando
y recorrí del camino
de tu ombligo
hasta mi boca
y viceversa...
Porque fue un arco iris
saliendo en tu mirada
después de una lluvia fresca
dentro mío
y soñe con tus manos
rozando mis caderas,
como un viento del norte
susurrando
a mis músculos tensos
por la espera
de tu abrazo...
Porque siento tan hondo
tu distancia
y la mía
y son ríos que buscan
las mismas orillas,
y los mismos lugares
donde guarecerse,
las mismas arenas
para marcar sus huellas,
porque eres y no eres,
y estás y me dejas,
y te vas y no vienes
y al tiempo te me acercas,
porque es lindo tenerte
dormido al lado mío,
sin miedo a que la noche
nos encuentre sin abrigo...
Porque veo tu rostro
y es el rostro que anhelo
tener frente a mis ojos
cada vez que miro el cielo...
Porque el sol y la luna
se hicieron dos estrellas
que brillan sin descanso,
desde que estas conmigo,
porque tu nombre abre las flores
cada madrugada
y despeja las nubes
que a veces tiene el alma.
Y tu risa me trae sonidos
de agua clara,
y escribe poesías
en el centro de mi espalda...
Porque llenas el mundo
y lo haces más bello,
es que tú lo recorres
cuando besas mi cuerpo,
es que tengo guardados
en cristales cerrados,
los minutos vividos,
los segundos robados,
las gotas de la lluvia,
los rayos de la luna,
y las últimas rosas
que esperan el verano...
Porque estoy tan contenta
que me han nacido alas,
desde que estas conmigo
desde que estoy a tu lado,
desde que eres mío,
que todo se resume
en muy pocas palabras,
con sólo cerrar los ojos
y pensar con esperanza...
que a lo mejor el día
me regale tu presencia
y me nazcan poemas
desde el fondo del alma
o quizas vos lo escribas
donde nacen los besos,
desde tu piel a mi boca,
poniéndole mariposas,
o tal vez viceversa...
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