recién encendidas
de mi corazón,
hoy que tengo flores para darte
y poemas en la puerta de mis labios,
hoy que es nuevo día
y te he mirado desde lejos,
no importa donde estés,
ni lo que hagas,
no lo que pienses emprender
para tu vida,
estoy en pie,
he caminado mucho trecho,
para ser quien estoy siendo,
lo que alguien dibujo
para mis años venideros
si fui entretejida por sus manos
desde el vientre,
si me amó con tal amor que no se iguala,
y me dijo no te rindas
estoy contigo,
cómo rehusar tamaña oferta?
tan siquiera comparar
con lo terreno?
si andar en él me hace poderosa,
si confiar en su bondad
me dignifica,
si me enseña a amarte cada día,
sin rencores,
sin indiferencia,
dándote la libertad
con que has sido hecho,
la misma que me dio para elegirte...
En tus manos dejo estas palabras,
no sé si las entiendas,
es tan alto el cielo
y tan cercano el tiempo,
sólo querer hacer del barro carne,
aliento primordial,
luz infinita,
que es lo que nos dio al darnos vida,
porque confió en nosotros
y fue el verbo
que accionó para encendernos...
Cuánto amor tuvo que sentir para crearnos,
cuanta fe primero en sus modelos,
sin embargo, seguimos siendo los mismos
que al principio,
caemos y caemos
y volvemos a caernos,
pero él tiende su mano...
para que podamos levantarnos...
En su amor somos únicos, impares,
tanto que nos anhelan
hasta los mismos ángeles...
y perdemos el tiempo en nimiedades
en cosas banales como si fuésemos eternos...
Tenía urgencia por decirte,
estas cosas antes de marcharme,
hay un camino que no es ancho ni asfaltado,
es de piedras y espinas el sendero,
escarpado
y tal vez hasta difícil recorrerlo,
aún lo elijo,
aún lo quiero,
no temas, yo sé que al final será el correcto...
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