que escribe en mi vida sus pasos de cielo,
señor, que me brillas por dentro,
corazón valiente por quererme entera
a pesar de todo,
me tomaste en brazos
e hiciste tan tuya mi guerra,
que solté las armas y bajé la guardia,
tranquila,
a sabiendas que usted, caballero,
me defendería, con uñas y dientes
segura me encuentro en sus manos
y descansa mi amor en su pecho,
como en agua mansa me baño,
me bautizo
y me bendice su amor,
reconforta tener los latidos cercanos
de su dulce piel
y me he vuelto de miel
y mi ser que era de piedra
se ha vuelto arena fina y blanca
que besan sus aguas tan puras
tan bellas...
Señor, esta carta le escribo,
pero desde hace ya tiempo le dedico
unas cuantas poesías,
por si no se ha dado cuenta,
está en mis pensamientos
su sonrisa
su voz y su alegría,
su sencillez y su bondad
han llegado a ser al alma mía
remanso de paz
y de armonía...
No quiero ser repetitiva,
pero le digo a usted
que llena mi vida, mis días, mis sueños,
que habita en el aire
que voy respirando,
y deja las huellas
que voy caminando,
que nada es suficiente
si trato de hablarle, decirle, contarle,
que todos sus actos
me afectan,
que todos sus dichos
me llegan,
que todo su ser me completa,
señor, no lo sabe?
no se ha dado cuenta?
acaso ha mirado a mis ojos un día
no vio reflejado
un ser luminoso,
bello como un ángel,
con cara de bueno
aniñado y pequeño?
que cabe en mi cuerpo,
perfectamente cierto
como que hoy yo vivo, camino, respiro
si estoy a su lado,
porque siento al unísono
su calor conmigo
porque es necesario tenerlo
tan cerca...
porque duele tanto que a veces
se aleje
aunque no lo quiera,
sucede,
no quiera saberlo!
pero siento tanto su falta que a veces
termino llorando!
por eso esta carta,
que quiero que lea
que sepa que siento
cuando estoy sintiendo
cuando estoy amando,
que vea quien es esta dama
que le canta al oído
que llora su ausencia,
que le besa el alma,
le escribe poesías,
lo llama a horas muy locas,
lo cela con todo
lo que lo rodea,
y sueña que un día sus ojos la miren,
que también la vea
como ella lo ve,
que sea una lluvia de flores
su risa,
y un viento muy fresco en su cuerpo,
como lo desea,
como siempre ha querido
que alguien la ame,
un príncipe alado,
recién rescatado de un cuento
por un dulce beso.
Le dejo tranquilo,
esta carta en poema,
para que medite estas simples palabras
tal vez me explayé demasiado,
tal vez, me puse en evidencia,
tal vez a estas alturas
lo encuentre dormido,
tal vez aburrido,
no sé,
sólo pasaba a decirle, señor,
y no miento,
todas estas cosas
que me están pasando,
todo lo que siento.
Simplemente es así,
como estoy diciendo,
me voy despidiendo,
si quiere le aclaro
en otro momento,
señor, que me habita,
mi amor es completo
lo ama por fuera,
lo ama por dentro,
con este pedazo de mujer
que intento,
con esta vida que es suya
si quiere saberlo,
desde que dejó en mi boca
el sabor de sus besos...
.................................
con todo respeto, al amor
que profeso,
por usted le digo,
estoy esperando en breve respuesta,
y por favor no se haga rogar
porque muero,
le digo que muero
si no corresponde,
pero es libre de hacer lo que quiera
mi amor es tan fuerte,
que todo resiste y espera...
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