Hoy ha amanecido un día blanco,
oh Dios que me has mirado,
que viste tantas veces
nevando en mi interior!
Me parece
que has cambiado
mis lágrimas de ayer,
las que juntaste en tu redoma
y me hiciste este regalo...
No sé qué más decir.
porque mi corazón
ha rebosado
con la grandeza de tu amor
transformaste mi dolor
en un jardín nevado!
maría fer
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