No hace falta que te diga
cuánto eres para mí,
pedazo de ala mía,
alma y vida te he soñado...
tu vida está prendida de la mía
te llevo en mí desde el comienzo de los tiempos,
donde vayas mi corazón está contigo
y tus pies me hablan de lo largo
que se ha hecho el camino
para las dos,
pero sé que en tu interior
llueven rosas nuevas como soles
y en tus ojos la luz
se hace futuro...
No temas, tu valentía
de flor al descubierto
y sin abrigo de la piedra,
no ha sido en vano,
te ha fortalecido,
te ha hecho más entera...
oh mujer-niña,
que has dado de beber a mi poesía
y has sostenido mi amor
de vez en cuando,
a cual más mujer si tú o yo,
y somos una en la emoción
de saber que vivimos la una en la otra
y que en horas amor
sentimos como garras el dolor
y lo enfrentamos
de la mano vestidas de esperanza...
te amo,
tu madre, maría fer
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